Diario de Burgos. El BM Villa de Aranda Autocares Bayo sumó un punto en un partido que incluso pudo ganar pero en el que casi siempre fue a remolque. En el marcador y en la iniciativa. Se sobrepuso a una desventaja de cuatro goles en un alarde de casta y en su acertada decisión de no aceptarle al BM Huesca una propuesta de balonmano control.
O las defensas estuvieron muy bien propiciando muchos errores en los ataques de los dos equipos, o en esta faceta afinaron poco Villa de Aranda y BM Huesca. El partido arrancó con 2-0, hubo respuesta oscense para dale la vuelta al marcador alcanzados los siete minutos de partido (2-3) y un constante intercambio de aciertos y desaciertos con ataques que encontraron muchas dificultades para acceder a la portería rival con opción clara de lanzamiento.
Si ambos equipos estuvieron muy bloqueados en ataque, los porteros alcanzaron una cuota de protagonismo estelar. Javi Díaz detuvo tres penaltis. Rodrigo Corrales redujo a la mínima expresión el campo de visibilidad del Villa de Aranda para hacer gol.
Huesca fue reincidente en sus amenazas por abrir brecha en el marcador. Hasta tres veces alcanzó una renta máxima de dos goles a las que respondió al límite Aranda. Diego Camino asumió la responsabilidad que sus galones le otorgan, y en la dirección de equipo, bien en acciones individuales o conectando con el pivote, sostuvo a su equipo. La sociedad con Kike Plaza fue imposible porque los oscenses trabajaron en esa dirección.
En ritmos intensos pero de un balonmano muy controlado, Huesca fue una amenaza seria. Los nueve goles con el BM Villa de Aranda cerró la primera parte fueron el fiel reflejo de su irregularidad y a la incomodidad con que se desenvolvió ante un rival que hizo de la estrategia su mejor aliado para imponer un partido muy táctico, de pizarra. En el último instante de la primera parte, un gol de Iker Antonio salvó la mayor ventaja que Huesca había adquirido para dejar el marcador en 9-11.

Vibrante

La segunda parte fue aún más intensa. Huesca demostró ser un equipo de laboratorio, extremadamente metódico y supo hacer en cada momento lo más adecuado para minimizar las virtudes de los arandinos. Impuso su libro de estilo y lo elevó al marcador para plasmar una renta de cuatro goles (12-16) a los once minutos.
En un partido de ataques muy largos, con mucha continuidad, el BM Villa de Aranda perdía opciones de remontar. Cuando imprimió más ritmo e incluso desordenar el juego, Huesca mostró fisuras. Tampoco ayudó mucho el arbitraje. Misma pareja que dirigió el partido ante Guadalajara y bastante desacertados. Los locales esperaban problemas con ellos y los encontraron.
Los porteros se mantuvieron como piezas esenciales en sus respectivos equipos. Javi Díaz y Rodrigo Corrales fueron decisivos y sin duda los mejores jugadores sobre la cancha. Ahora, el Villa de Aranda chocó con el portero de Huesca hasta en cinco contraataques. Demasiadas concesiones que no le negaron una reacción de casta para darle la vuelta al marcador a dos minutos de la conclusión (21-20).
Los aficionados asistieron a un final antológico, vibrante, intenso. Huesca volvió a tomar la iniciativa en el marcador y Aranda respondió empatando y tomando la iniciativa para acceder a los treinta segundos finales con ataque para ganar (22-22). Falló su lanzamiento y Huesca aún dispuso de cinco segundos para desequilibrar la cita de forma definitiva. Hubo tiempo para tirar de ‘pizarra’ y disponer de una estrategia que fracaso. El Villa de Aranda sacrificó a Tito. El extremo arandino frenó con falta a su rival, asumiendo que la contundencia de la misma le suponía la expulsión. Se logró el objetivo de evitar un lanzamiento de los oscenses.

Ficha técnica:
Villa de Aranda: Javi Díaz, Diego Camino (6), Iker Antonio (1), Kike Plaza (6, 2 p.), Maki, Gañarul (1), Manel Cirac (1), .- equipo inicial.- Jordi Corcera (2), Julián Rasero (3), Ilija Sladic (1), Hugo Garza (1), Alberto Camino, Tito

B.M. Huesca: Rodrigo Corrales, Raúl Bartolomé, Javier Ancizu (4, 1p.), Juan Saubich (4), Eloy González (1), Carlos Grau (5), Marco Mira .- equipo inicial.- Abraham Rochel (1), Stanislav Demovic (2), Álvaro Ruiz (2), Gerard Espigol (3), Julio Rodríguez, Daniel Montero.

Árbitros: Alberto García Rodríguez y Fernando Fernández Pérez (Andalucía). Excluyeron a Kike Plaza, Hugo Garza (2), Alberto Camino, Magí Serra (Villa de Aranda), Eloy González (2), Raúl Bartolomé, Carlos Grau, Demovic (Huesca). Tarjeta roja a Tito.

Parciales: 2-2; 3-3; 4-4; 4-6; 6-8; 9-11 (descanso). 10-12; 12-14; 14-17; 17-19; 19-20; 22-22 (final).

Incidencias: Pabellón Príncipe de Asturias. Alrededor de dos mil trescientas personas en las gradas. Se hizo un homenaje a generaciones anteriores de jugadores del balonmano arandino.